miércoles, 13 de noviembre de 2013

Calorías y finanzas personales

En estas semanas le he estado dando vueltas en la cabeza a una idea que quizás te resulte práctica. Consiste en aplicar el método de contar las calorías diarias que consumes, pero aplicado a las finanzas personales.

Me explico: Cuando te propones balancear tu dieta, uno de los métodos que te pueden sugerir es contar las calorías que ingieres durante el día y compararlas con el requerimiento calórico diario, de acuerdo con tu sexo, peso y edad. La meta consiste en consumir las calorías necesarias al día sin sobrepasar ese límite.

¿Cómo podrías aplicar este método en tus finanzas personales? Bien, déjame contarte cómo lo he pensado. Supongamos que ganas 15,000 pesos netos al mes y que tus gastos fijos mensuales (tales como renta, luz, agua, gas, teléfono, etcétera) ascienden a 10,000 pesos. Esto significa que cuentas con 5,000 pesos al mes disponibles para consumir y ahorrar. Ahora bien, si el mes cuenta con 30 días, significa que, en promedio, cuentas con 166.67 pesos al día. ¡Esa cantidad es el equivalente a tu "ingesta calórica" diaria! Es decir, hagas lo que hagas, para mantener tus finanzas personales saludables, ¡te debes restringir a ese presupuesto diario!

Veamos, ¿qué pasa si en un día determinado gastas más de los 166.67 pesos de presupuesto diario? Respuesta: Tendrás que compensar contra el presupuesto de alguno de los días siguientes. Por ejemplo, si el lunes gastaste 200 pesos, significa que te excediste en 33.33 pesos con respecto a tu presupuesto diario. Así, el martes sólo contarás con 133.33 pesos para gastar (166.67 menos 33.33).

Esto también funciona a la inversa: ¿Qué pasa si en un día determinado gasté menos de los 166.67 de mi presupuesto diario? Respuesta: Tendré más para consumir o para ahorrar en los días siguientes.

¿Qué usos prácticos tiene este método? Bueno, en primer lugar, la mayoría de la gente no cuenta con un presupuesto mensual con el cual programar sus gastos. Y aunque un presupuesto es la base para contar con unas finanzas personales sanas, rara vez lo elaboramos. Esto es, nos da flojera hacer un presupuesto por los 12 meses siguientes, o bien, uno al mes para sumar 12 al año. Lo que sí es factible hacer es un cálculo sencillo como el de este post, ya que sólo lo tendrás que hacerlo 1 vez.

Además, te dará un número específico que podrás mantener en tu mente todo el tiempo. ¡Semejante a contar el consumo de calorías diarias!

Puedes extender esta técnica tanto como quieras. Puedes ponerte metas diarias: "Hoy voy a ahorrar 50 pesos de mi presupuesto diario", o bien, puedes evaluar la conveniencia de hacer un gasto: "hoy no voy a comprar esa camisa porque no me alcanza con mi presupuesto diario".

También te puedes hacer preguntas tales como: "¿Cuánto gasté hoy por encima de mi presupuesto?" o "¿Cuánto ahorré el día de hoy".

Con esta técnica, el control de tus finanzas personales se vuelve un ejercicio diario y, eventualmente, un hábito.



miércoles, 16 de octubre de 2013

Paso 4 para salir de deudas: Al toro, ¡por los cuernos!

Este es, quizás, el mejor consejo que te puedo dar para salir de deudas. Enfrenta la situación directamente: habla con tu banco para exponer tu caso y solicita una solución a través de un esquema de pago con condiciones más flexibles.

Con una alta probabilidad, al leer el párrafo anterior, te preguntaste si en realidad esa es la solución. ¿No sería mejor obtener un préstamo más barato y pagar el caro? ¿O pedir prestado a un familiar o a un amigo? ¿O comprometerte con un plan riguroso de recorte de gasto? ¿O renunciar a tu trabajo para cobrar el fondo de ahorro y pagar con eso? Todas estas medidas las he escuchado de gente endeudada con tarjetas de crédito. Incluso, ¡yo mismo recurrí a algunas de ellas! Lo triste es que ninguna resuelve el problema de fondo por sí misma.

Enfrentar el problema directamente como primera medida de ajuste es de vital importancia para salir de deudas. Te preguntarás, ¿por qué el banco estaría interesado en ofrecerme una alternativa? Bueno, por varias razones.

En primer lugar, estarías cambiando la dinámica de huirle al banco a la hora de pagar tu tarjeta. Imagina la posición del banco en el momento en el que, en lugar de estarte hostigando a través de las constantes llamadas telefónicas del área de cobranza a tu casa o, incluso, a tu centro de trabajo, de repente se encuentra con que tú lo estás buscando para llegar a un arreglo. Eso fortalece tu posición negociadora.

Segundo, el banco pierde dinero cuando deja de cobrar los créditos que otorgó. En la práctica, los bancos mantienen una partida contable como "provisión" o "reserva" contra cuentas incobrables; es decir, asumen que durante el año, cierto porcentaje de personas no pagará. Sin embargo, como te mencioné, se trata de una provisión contable únicamente. Cuando llegue el cierre de año, los directivos tendrán que mostrar en sus resultados que perdieron dinero por no haber podido cobrar lo que prestaron. Esto seguramente impactará en sus pagos de bono anual.

Y tercero, la recuperación de cartera vencida también impacta en los resultados del banco.

Ahora bien, al negociar un esquema de pago, solicita siempre un periodo de gracia. Esto es, un periodo dentro del cual no tendrás que hacer ningún pago al banco. Por lo general, este periodo es de sólo un par de meses, pero seguramente servirá de oxígeno puro para tus finanzas. El esquema de pago al que llegarán incluirá pagos mensuales fijos a una tasa de interés más baja que la de tu tarjeta de crédito y por el plazo que convengan tú y el banco. Acepta el esquema de pago con el que te sientas cómodo y, más importante, que puedas cumplir.

Un último consejo: no te recomiendo aceptar una quita sobre el monto que debes. Aunque en principio pueda resultar atractivo, esto te puede condenar a no ser sujeto de crédito en el futuro para tu banco, ¡ni para ningún otro! Tal vez no lo sepas, pero en el buró de crédito aparecerá una nota en la que diga algo como: "pagó, causando un quebranto a la institución bancaria". Es una leyenda lapidaria en tu historial crediticio. Mejor pagar completo

Toma chocolate, paga lo que debes.