miércoles, 31 de agosto de 2011

Mil setecientos pesos en monedas de $10, por favor

Muchas veces no detectamos qué tan fácil se nos puede ir el dinero. Si lleváramos un registro detallado de todos nuestros gastos, por más pequeños que estos sean, otra sería la historia. No te preocupes, aquí te diré cómo llevar la cuenta de todos tus gastos. Mientras tanto, te quiero compartir un pequeño consejo de ahorro que puede resultarte útil.

En primer lugar, tengo que decir que esta técnica se la copié a uno de los directores de la dependencia en la que trabajaba. Consiste en guardar todas las monedas de diez pesos que lleguen a tus manos. Parece sencillo, ¿no? Sí que lo es. Pero, ¿qué con eso? Bueno, pues este director que te cuento las guardaba en un florero durante todo el año y, con lo que obtenía, pagaba la tenencia de su coche. ¿Qué te parece?

Hace algunos años, cuando abrí una cuenta de ahorro, el banco me regaló una alcancía de cochinito hecha de plástico. Ahí guardo las monedas de diez pesos que llego a juntar durante el día. Pues resulta que al cochinito le caben ¡$1,700 pesos en monedas de $10! Cuando lo lleno, llevo el dinero al banco y lo deposito en mi cuenta de ahorro. De ahí lo transfiero a alguna de mis otras inversiones.

El punto es que muchas veces despreciamos las monedas que traemos en el bolsillo y, a la menor provocación, las gastamos: en chicles, el periódico, un café... Total, qué son unas monedas, ¿no? Pues ya viste, "unas monedas" son $1,700 pesos en un cochinito.

Mi madre guarda todas las monedas que tiene al final del día, y luego las usa para una emergencia o para gastos de poco valor nominal. Como ves, no tienen que ser sólo las monedas de $10 pesos. Pueden ser las de $5 pesos también o todas las que tengas en el día, como hace mi madre.

Sencillo, ¿no?

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