jueves, 1 de septiembre de 2011

¿Por qué no puedo ser del Jet Set?

Esa era la pregunta que me hacía cuando empecé a trabajar y comenzaba a ganar mi propio dinero. Claro, tomé la frase de la conocida canción del gran grupo argentino Soda Stereo. Creo que mi parte favorita de la canción, y que evoca la situación por la que estaba pasando, es: "Tengo el bolsillo agujereado, pero al menos tengo un Rolex. Lo he logrado".

Vivir por encima de nuestras posibilidades. Eso es lo que nos pasa a muchos por la sencilla razón que creemos merecerlo (claro, para eso trabajo, ¿no?). Pero mientras la revolución nos hace justicia, el remedio inmediato es... una tarjeta de crédito.

Y así fue como empecé a darme la gran vida: saliendo de antro cada vez que podía; comprándome camisas y trajes Hugo Boss; invitando a comer a las niñas que me gustaban de la oficina al mejor restaurante de la zona, y un largo etcétera. Eso sí, cuando llegaba el estado de cuenta, sólo cubría el pago mínimo.

Cuando llegué al límite de crédito de mi tarjeta, la solución fue simple: otra tarjeta de crédito. Y como nunca incumplía los pagos mínimos, contaba con un ingreso fijo y era un  gastalón, los ofrecimientos de tarjetas adicionales de otros bancos me empezaban a llover. Incluso, me llegaron tarjetas de crédito "pre-aprobadas" a mi casa (bueno, la casa de mis padres). No rechacé ninguna. De cualquier modo, era más dinero para gastar, ¿no?

Con esto podrías pensar que mi sueldo era estratosférico. Nada de eso. Empecé como jefe de departamento y ahora era subdirector en una dependencia de la Administración Pública Federal. Mi sueldo neto mensual: $23,512 pesos.

Así continué mi vida de "rock star" hasta que el resultado fue el siguiente: 11 tarjetas de crédito. ¿Mi saldo deudor? Toma un respiro... $401,811 pesos al 18 de julio de 2006. Mi sueldo, el mismo: $23,512 pesos. Esto es, mis deudas eran 17 veces mi sueldo.

Me pregunto cuánta gente estará en una situación similar. Supongo que es mucha, y no sólo en Mexico. Por eso escribo este blog. Para compartirles mis experiencias y contarles cómo salí de este agujero.

¿Cómo le hice? Es un largo camino hacia la libertad financiera, así que habrá mucho de que hablar, ¿no crees?

Hoy soy financieramente libre. Ahora puedo decir con toda seguridad "Lo he logrado".


2 comentarios:

  1. Apenas estoy leyendo tu blog. Pero la verdad no eres el único. Somos muchos en México

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    1. Hola, Apolonio. Estoy de acuerdo contigo. Somos muchos los que hemos pasado por situaciones muy difíciles. Eso fue lo que me motivó a escribir estas líneas. Gracias por leer el blog y por tu comentario. Saludos.

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